La meditación es para todos. No hace falta tener fe alguna o practicar una religión determinada para meditar. Es una técnica que mejora las capacidades de atención y concentración, relaja el cuerpo y la mente y ayuda a disminuir el estrés de la vida moderna. Veinte minutos diarios practicados con asiduidad bastan para combatir la tensión, alejarse de problemas y aumentar la agudeza mental.